Cuentan dos marujas de una barrio zaragozano,que estando en la peluquería escucharon la conversación de dos mujeres, en la que una le contaba a la otra:
-Dios, Mari, no tengo ni idea de que le está pasando a Isabel , con lo buena alumna que era, llevaba a casa siempre sobresalientes y notables, y no le mandaban notas, ni partes. No sé, Mari, estoy muy preocupada por mi hija. Está rarísima también en casa. Me contesta, se pasa los días sin dar palo al agua en su habitación, con la música a todo volúmen y no hace ni los deberes.
- Luisa no sé qué decirte, pero eso igual le pasó a la sobrina de mi vecina, era una chica muy recatadita, muy niña, ¿Sabes lo que te digo?, con ropita así muy infantilona, siempre pegada a su madre. Pero se quiso cambiar de instituto. Me dijo mi vecina que era porque no era muy aceptada en su antiguo instituto, que las chicas de su clase siempre se metían con ella, por la ropa y porque decían que era una niña de mamá. Así que se cambió de colegio al de aquí al lado donde se lleva ese uniforme de rayas.
Las primeras semanas estaba como siempre: estudiosa, educada; y como premio, viendo que estaba muy contenta con su cambio, su madre la dejaba quedar con sus amiguitas nuevas todos los viernes.
Pocas semanas después, se dieron cuenta en su casa que se había comprado ropa nueva, muy distinta a la que solía llevar, como muy atrevida y vistosa. Poco a poco, la niña cambiaba de forma de ser: se pintaba la raya, se maquillaba para ir al instituto...
Su madre estaba un poco preocupada debido al drástico cambio de su hija, pero pensó que eran cosas de la edad. ¡Ya sabes! ¡Esto que pasa! Que mientras que estudiase y fuera educada...
Según la hija, los exámenes le iban muy bien, y estaba muy contenta con su clase; que la trataban muy bien y era muy aceptada.
Semanas antes de que terminara la evaluación, la madre recibió una llamada del colegio. Era el tutor de su hija que quería hablar con ella. Este le dijo a la madre que su hija no había entregado firmados ninguno de los dos partes que le habían puesto en las últimas semanas. La pobre mujer se quedó sorprendidísima y muy preocupada, y le comunicó al profesor que tales partes jamás le habían sido entregados y que si le podía decir en qué consistían. El tutor le dijo que le habían puesto uno por fumar en los baños y otro por contestar y amenazar a una profesora. La madre no salia de su asombro, y estaba tremendamente disgustada; y aprovechó para preguntar que qué tal iba su hija en sus estudios. El tutor le respondió que estaba a punto de suspender su asignatura, matemáticas, pero que peor remedio había para ética, lengua e historia ,que ya las había suspendido.
Ahí la madre , entró en estado de shock, no se explicaba cómo podía haber pasado esto. Y se limitó a decir : ´´ Gracias, hablaré con mi hija``.
La madre y la hija hablaron, claro que hablaron, pero hal final todo esto acaó con la hija en un internado de monjas y la madre , tomando pastillas para el estrés.
(Moraleja) Ya sabes ,Luisa dime con quien andas y te diré quien eres.
Y a María que le gustó esta historia , hizo estos versos:
Si a tu hija no quieres perder
procura saber
a quien va a conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario